RESPLANDOR
el joven insomne se deja arrasar
por el ritmo frenético de sus obsesiones
en su mirada vibra la sed de un animal nocturno
el deseo incansable de acceder a lo absoluto
inútil explicar su pasión por lo sagrado
su apetito voraz por lo inasible
sus versos escritos con sangre
sus caídas incesantes en la nada
sus desgarramientos infinitos al alba
él habita un castillo de cenizas
un lugar incendiado de ausencias
instantes configurados por sutiles desvanecimientos
frente al espejo luminoso del silencio
una nostalgia pura lo acecha
como algo oculto en la funesta sinfonía de los días
y de sus pasos se desprende
el perfume de lo que no vuelve